Nuestro escritorio es nuestro lugar de trabajo, es un lugar realmente importante y especial, donde podemos pasar mucho rato y además tratando asuntos que son importantes.
Que sea un lugar agradable, ordenado, donde trabajemos a gusto y donde encontremos todo con facilidad nos ahorrará tiempo y nos ayudará a ser más productivas.
Hoy te traigo 4 consejos que te van a ayudar con ello:
<strong>1. Deshazte de todo aquello que de verdad no necesitas. </strong>
¿Cuantas cosas acaban encima de tu escritorio que en realidad no necesitan estar ahí, o que no deberían estar ahí? ¿Tienes papeles que ya no sirven? ¿Objetos que se han ido acumulando? ¿Pisapapeles que te regalaron, cosas que has ido dejando sin llevar a su sitio por pereza o despiste? ¿Revistas, folletos, etc? Todo aquello que no tenga una utilidad clara para tu trabajo debería irse de tu escritorio. Aquello que te guste pero tenga que estar en otro sitio, llévalo a otro sitio. Aquello que no tenga utilidad o no te guste, mira si puedes regalarlo a quien sí pueda usarlo, o si es algo que ya se tiene que tirar. Eliminar todo lo que sobra de tu escritorio permitirá que trabajes mucho mejor y que te resulte más fácil concentrarte en lo que has de hacer allí.
<strong>2. Usa un archivo para tus papeles. Necesitas tener un espacio donde tengas todos tus papeles organizados y al alcance. </strong>
Puede ser un archivo, unas carpetas, carpesanos de anillas… Utiliza un sistema que te resulte cómodo y que haga que no tengas papeles acumulados en tu escritorio. Incluso todo lo que puedas escanear y archivar directamente en tu ordenador o en la nube, mejor, menos cosas que ordenar y limpiar en casa.
<strong>3. Designa un lugar concreto para tu papel “importante”, para ese que sí necesitas de momento en tu escritorio, como notas, facturas por pagar, documentos por revisar… </strong>
Utiliza una bandeja para papel, un archivador o revistero de cartón, o cualquier sistema que te funcione, te permita tener esos papeles a mano, pero ordenados.
<strong>4. Deshazte a diario de los papeles que ya no necesites. </strong>
Cada día cuando termines tu tarea en el escritorio tira a la papelera todas las notas y papeles que ya no te sirvan y archiva los que desees conservar pero no vayas a utilizar de momento.
El objetivo es tener tu escritorio despejado, confortable y funcional. <strong>Haz de esto un hábito</strong>.
Azucena Caballero